En esta feria estuvo presente Extremaventura y también pudimos deleitarnos comiendo las
exquisitas recetas clásicas de La Granjuela.
Y después de esconderse el sol, ya con algo menos de calor nos dió por tirar un rato. Y allí estabamos, fisfrutando como indios y tirando flechas.
Aquí tiraba todo el mundo, pequeñines, los papás y mamás y también los abuelos y abuelas. Una tarde que a la noche termino con orquesta y baile, un día fantástico.